Los Programas de
Rehabilitación Cardiaca y Prevención Secundara (PRC), son un conjunto de actividades terapéuticas coordinadas, cuyo objetivo es conseguir mejorar la situación clínica del paciente con enfermedad
cardiovascular, y reducir su riesgo global.
Esto consigue disminuir el número de complicaciones, reingresos hospitalarios y retrasar la mortalidad, es
decir mejorar el pronóstico.
Además, estos programas logran mejorar la calidad de vida de los pacientes con cardiopatías, y su
reincorporación lo más precoz y completa
posible a la sociedad.
Los PRC deben ofrecer una actuación multifactorial para la reducción global del riesgo cardiovascular, de forma que los programas que
consisten exclusivamente en la práctica de ejercicio, no pueden ser actualmente considerados PRC.
Todas las Sociedades Científicas, tanto europeas como norteamericanas (Asociación Europea de Prevención
Cardiovascular y Rehabilitación, EACPR; Asociación Americana del Corazón, AHA; y Asociación Americana de Rehabilitación Cardiovascular y Pulmonar, AACVPR) reconocen que los PRC deben tener
actuaciones dirigidas a promover y mantener un estilo de vida saludable y activo de los pacientes, además de optimizar la reducción del riesgo cardiovascular.
La importancia de los PRC se basa en dos pilares:
1.- La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte e ingresos hospitalarios en los países
occidentales, siendo ya también, un problema de salud en los países en vías de desarrollo.
Esto conlleva una importante carga económica, tanto para el sistema de salud de un país, como para el
entorno familiar del paciente, al tratarse con frecuencia de sujetos laboralmente activos.
2.- Existe desde hace años suficiente evidencia científica, que demuestra sin lugar a dudas,
los beneficios de estos programas, además de haber demostrado ser coste-efectivos.